Lo primero es la redacción, no el SEO

Redacción para SEO

Ante la eterna pregunta que se hace cualquier bloguero que presuma de su técnica y esté dispuesto a compartirla en un post, «¿escribir para Google o para los usuarios?«, os doy una respuesta concreta, sin rodeos, sin peros ni aunques. Escribimos por y para los lectores. No hay otra.

Primero, y técnicamente, porque sin visitas no somos nadie. Sin permanencia en nuestra web, tampoco. Con rebote, menos. Sin difusión a través de la redes, nadie de nuevo. Si no interesamos a los usuarios, tampoco vamos a interesarles en Google, por muy arriba que nos consigamos situar. Las visitas crecerán, sí, porque nos fiamos del buscador y las primeras posiciones mandan (aunque será muy difícil estar arriba si no interesamos al usuario), pero el rebote será aún mayor y el interés, el mismo: cero.

Después de este amigable rapapolvo, os cuento cómo podemos redactar sin perder de vista el posicionamiento. Escribir para SEO, no, pero sí hacer SEO en nuestros post, eso claro que sí. ¿Por qué es distinto? Porque cuando escribimos pensando en el usuario nos quitamos los corsés impuestos por el uso de términos clave, los giros imposibles para situar palabras aquí o allá, el descaro de la redacción forzada, ficticia —que no de ficción—.

Sin embargo, cuando escribimos de forma natural, desarrollando nuestra creatividad, expresividad, el uso de ricos recursos lingüísticos que le dan ritmo, claridad, concisión, rotundidad y frescura a nuestro texto, el lector podrá disfrutarlo. Y, lo que es más importante, lograremos transmitir nuestra identidad, nuestras intenciones, la personalidad de nuestra marca y hasta el estado de ánimo que necesitemos trasladar.

Escribir para el usuario

La idea es lo primero. La idea o la intención, como ya tratamos en el post Cómo generar ideas para crear contenidos. Empieza a escribir si tienes algunos de estos dos puntos claros. Da igual por dónde, ya que luego puedes montar el texto, mover párrafos a tu antojo, como si de una superproducción se tratara. Para empezar a escribir has de tener clara la temática, y esta temática te dará las posibles palabras clave con la ayuda de herramientas como Google, Google Trends, Semrush o KeyWord Planner. Pero no solo esto, sino también el tono, el target al que nos dirigimos, el tipo de contenido y su formato, el canal donde vamos a redactarlo y hasta el tiempo que tenemos para hacerlo.

Cuando tengamos todas estas respuestas claras y ordenadas, la escritura sale sola. Releemos continuamente todo lo que vamos escribiendo. Añadimos una negrita aquí, un nuevo espacio allá. Intervenimos con una foto por este lado, extraemos una frase destacada en un ladillo por esta otra parte. Miramos los errores de concordancia, la correcta puntuación, la repetición de términos o expresiones, el buen uso de las comas. En definitiva, desarrollamos el texto y vamos siguiendo una línea argumental lógica, con sentido, con un recorrido coherente.

Hacer SEO con un texto ya escrito

Ya tenemos el texto, el grueso de nuestra obra. Ahora tenemos que pulirla con el cincel del SEO. Esto significa pensar en las principales técnicas de redacción para SEO.

  • Introducir la palabra clave principal en el título, lo más a la izquierda posible. Si hemos pensado en un título muy llamativo y creativo y esto no tiene cabida, podemos guardarnos esta idea para darle rienda suelta en redes sociales, como una forma de introducir el texto. Tenemos tantos sitios de difusión de nuestro contenido, que hay sitio para todo.
  • Introducir el término clave en el primer párrafo, lo más próximo al principio posible, siempre que no ensucie nuestra presentación ya escrita. Una técnica muy usada para esta cuestión es hacer una pre introducción explicando qué va a encontrar el lector en el texto.
  • Introducir el término clave, con la densidad adecuada, en el texto. Sin excedernos, y en los huecos donde sea coherente. Podemos contabilizar cuántas veces hemos usado el término (con el buscador del programa Word, por ejemplo) y hacer un cálculo, para cerciorarnos de que guarda coherencia.
  • Buscar sinónimos y otros términos. Con la ayuda de los programas citados anteriormente para la búsqueda de términos clave, sustituimos la palabra clave principal si la hemos usado en demasía, y encontramos otros lugares donde poder encajarlos.
  • H2, H3… Nos ayudará a aliviar el texto y también será un lugar idóneo para introducir términos clave.
  • Pulir el texto, prescindir de reiteraciones, mensajes demasiado publicitarios y redundancias.
  • Corregimos las posibles faltas de ortografía.
  • Hacer linkbuilding, tanto interno como externo. Añadir enlaces a posts que hayamos escrito previamente, optimizando el anchor text. Buscamos posibles referencias para poder enlazar con otros posts, tanto de nuestro propio blog como de otros, para dar versatilidad a nuestra obra.
  • Introducir imágenes con las etiquetas ALT y title adecuadas.
  • Adecuar las negritas a las expresiones y términos que nos convienen.

 

Imagen: Helloquence


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